Foto: Cris (Marrakech, 2008)
El profeta Muhammad definía la flor de la henna como "la reina de todas las flores , de suave perfume, de este mundo y del otro".
La henna es una de las plantas más apreciadas en Marruecos, y en el mundo islámico en general, por sus propiedades medicinales. Forma parte de la cultura popular marroquí, como elemento generador del bien y talismán contra el mal de ojo o cuaqluier otro maleficio. De este modo participa en todos los acontecimientos familiares, festivos o religiosos.
Como curiosidad, un proverbio árabe se refiere así a la henna: "si mis palabras fueran falsas, no te presentaría mi mano teñida de henna".
En la plaza Jamma el Fna, en Marrakech, puedes encontrar un buen número de mujeres que, por unos pocos dirhams, te tatuan las manos con increíbles dibujos de henna, teniendo cada uno de ellos, distintos significados que han representado a través del tiempo la identificación de cada tribu, grupo étnico o cofradía.
El profeta Muhammad definía la flor de la henna como "la reina de todas las flores , de suave perfume, de este mundo y del otro".
La henna es una de las plantas más apreciadas en Marruecos, y en el mundo islámico en general, por sus propiedades medicinales. Forma parte de la cultura popular marroquí, como elemento generador del bien y talismán contra el mal de ojo o cuaqluier otro maleficio. De este modo participa en todos los acontecimientos familiares, festivos o religiosos.
Como curiosidad, un proverbio árabe se refiere así a la henna: "si mis palabras fueran falsas, no te presentaría mi mano teñida de henna".
En la plaza Jamma el Fna, en Marrakech, puedes encontrar un buen número de mujeres que, por unos pocos dirhams, te tatuan las manos con increíbles dibujos de henna, teniendo cada uno de ellos, distintos significados que han representado a través del tiempo la identificación de cada tribu, grupo étnico o cofradía.
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