domingo, 28 de junio de 2009
El gran corazón negro
No hay nada que me haga más feliz que marcharme a África una vez más. Padezco el “mal de África”, una especie de patológica ansiedad por regresar al continente después de haber vivido o viajado allí, como muy bien describe Javier Reverte.
Dentro de un par de días aterrizaré en Benin, un pequeño país situado en el Golfo de Guinea, fronterizo con Nigeria, donde pasaré un tiempo trabajando en un proyecto de la Sociedad de Misiones Africanas.
Gran parte de mi corazón vaga aún por tierras africanas entre personas a las que no he olvidado un solo día desde la última vez que volví. Personas que me reciben con los brazos abiertos y con las que estoy deseando volver a compartir parte de mi vida, aprendiendo de su cultura, sus costumbres y de su humilde forma de vida.
Mujer blanca de corazón negro, vuelvo otra vez a un continente en el que no me siento extraña y que tiene la virtud de acentuar los sentimientos hasta límites inimaginables porque nos somete a situaciones extremas que nos hacen reaccionar de modo inesperado. Nada ni nadie te deja indiferente en África.
Me emociono sólo de pensar en los niños con los que voy a pasar gran parte de mi tiempo allí, siempre alegres sin esperar nada más que les dediques una sonrisa o una pequeña muestra de afecto. Tengo la enorme suerte de poder vivir esta experiencia y de disfrutar al máximo la sensación tan maravillosa que supone el dedicar parte de mi vida a los demás.
Muchas gracias a todos los que de un modo u otro me habéis apoyado, animado y habéis contribuido a que este proyecto salga adelante. Gracias a los que me habéis aguantado también durante todos estos meses de preparativos y nerviosismo, habéis compartido conmigo mi ilusión y mis ganas de volver a una tierra con la que sueño cada día y en especial gracias a los que compartís conmigo este profundo amor por África.
Gracias de corazón a todos los que habéis hecho posible este viaje. Espero poder compartirlo con todos vosotros a la vuelta. Os dejo con mi amanecer africano, porque yo voy a tener la suerte de poder verlo todos los días.
Un beso a todos!
Cris
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Seguro que vas a disfrutar mucho de esta experiencia y que vas a encontrar todo lo que vas buscando. Aquí esperaremos impacientes tus crónicas y miraremos en los mapas todos esos nombres tan evocadores como Cotonou, Abomey, Parakou...
ResponderEliminarTrae muchas de esas fotos tan bonitas que sabes hacer.
Besos.
Querida sobrina, espero que nos cuentes a tu vuelta todas tus experiencias, espero, que todas ellas sean bonitas y no pases miedo con los "bichos", aclaremos, las serpientes, que solo de pensarlo, ya me pongo mala. Ten mucho cuidado y hasta la vuelta si Dios quiere.
ResponderEliminarUn beso de los míos y también mando mi cariño a todos esos niños que yo ni tan siquiera conozco.
cuidate!!!